sábado, 31 de mayo de 2008

Una mujer no baja la mirada y la libertad

    La TRISTEZA ha llegado en lunes con los ojos claros, llorando se ha quedado sola, suspendida, sin aliento: una expectativa se confunde con el amor cuando allí sólo está ella y, al alba, prodiga el silencio.

    Una REDIVIVA mordaz, en viernes, me ocupa involuntariamente la memoria enérgica, ahora, esta vez, ella conservó las armas testigo del respeto que lució preso en las celdas de donde quiera que fuera; y fuera que una mujer muriendo sujeta la luz apresada: no hay expectativa más cierta ni más verdad que sentir por amor y mantener el horror escondido, sin bajar la mirada ni dejarse caer, para lucir una verdad que faltaba a la libertad: hay que rescatar la historia.

    Una flor hermosa luce hermosa junto a otra flor como un árbol hermoso luce hermoso junto a otro árbol, AHORA.

    Les velamos en el bosque escogido de nuestra memoria.

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